“Aunque a una fábrica de tabacos nos remita, lejos está Sereas de ser una Carmen herculina, y si pasión y arrebatos hay en la partitura de Xoán-Xil, éstos se corresponden con los ecos del levantamiento de las cigarreras coruñesas en 1857, lo que refuerza, al unirse Sereas a La fabbrica illuminata en un mismo programa, una temática que diríamos político-sindical que, sin duda, congratulará al actual gobierno local de Santiago de Compostela, parte del cual se encontraba presente en la Sala de las Máquinas, incluida la actual alcaldesa, Goretti Sanmartín, algo que siempre es de agradecer y que no se estila lo suficiente, pues esos mismos políticos que promueven este tipo de festivales deberían ser los primeros que, in situ, comprobasen sus resultados y niveles de excelencia, como con Arxis Ensemble ha sido el caso.
Sereas se desarrolla en ocho secciones que parten de una visión musical de la fábrica en la distancia: retícula y laberinto construido a partir de los armónicos del violonchelo, con sucesivas entradas de percusión y acordeón en técnicas extendidas que remedan sonoridades mecánicas y sinusoidales que asociaremos tanto a los patrones acústicos de una fábrica como a un Luigi Nono cuyas técnicas vocales de naturaleza microtonal lleva Xoán-Xil a su partitura; de nuevo, con la excepcional voz de Adriana Aranda, capaz de unos rangos dinámicos que resonaron en todo el recinto, saturándolo y creando una inmersión muy potente y expresiva, a la que sumó su manipulación de objetos de fuerte simbolismo fabril y sindical, como las cadenas, la carraca, el megáfono o una sirena manual con la que finalizó la obra y su canto en la octava sección de Sereas: dúo tan inusual como sobrecogedor, por el camino hasta allí recorrido.
Con Adriana Aranda como soprano, Eva Vieites en la narración y el trío instrumental formado por Millán Abeledo, Nikola Tanasković y Noè Rodrigo, a los que se sumó el propio compositor, Xoán-Xil, en la electrónica y en la activación de los dispositivos electroacústicos de las sirenas, la vivencia de Sereas (Oda ludita) en un espacio como la Casa de las Máquinas depara una experiencia muy diferente que, al igual que en Nono, resulta más inmersiva, violenta y radical en sus pasajes más aguerridos y dinámicamente saturados. La disposición de las sirenas a diferentes alturas es un buen ejemplo de cómo Xoán-Xil y Arxis Ensemble han ideado un espacio que en Santiago de Compostela ha jugado mucho más con el sonido como forma de arquitectura: topología musical que remeda la lectura acústica del espacio que Alba Cid y Xoán-Xil realizaron de la Fábrica de Tabacos y sus inmediaciones, en La Coruña”.
Paco Yañez